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CONTENIDO BÁSICO

ENFOCARSE EN LO QUE EL CUERPO NECESITA

El movimiento intuitivo es la práctica de escuchar a tu cuerpo y actuar en función de sus necesidades en el momento en que te mueves. Un ejemplo: ajustar el nivel de intensidad en función de la sensación de cansancio. Otros ejemplos pueden incluir:

  • Permitir que las atletas descansen si se sienten cansadas, sedientas o adormiladas.

  • Permitir que las atletas ajusten su entrenamiento (si lo necesitan) cuando estén en su período o menstruación.

  • Animar a las atletas a que dediquen tiempo a ausentarse de los entrenamientos cuando estén enfermas o lesionadas.

  • Animar a las atletas a que se tomen un descanso del deporte por motivos de salud mental o por otras razones personales.

  • Desnormalizar el entrenamiento más allá del punto de agotamiento.

  • Permitir que las atletas elijan talla, o un estilo de uniforme diferente si no se sienten cómodas.

  • Normalizar los sujetadores deportivos como una pieza básica del equipo, similar a las espinilleras o a los calcetines.

  • Hacer que la diversión y el entretenimiento sean el centro del entrenamiento, en lugar de enfocarse exclusivamente en el rendimiento y los logros.

  • Animar a las atletas a comer cuando tengan hambre.

  • Animar a las atletas a consumir los alimentos que les gustan y que las hacen sentir bien.

  • Crear un espacio para que las atletas conozcan las necesidades de su cuerpo antes, durante y después del entrenamiento.

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CUANDO LAS ATLETAS NO ESCUCHAN A SU CUERPO, PUEDEN:

  • Tener un bajo rendimiento.

  • Enfermarse o lesionarse.

  • Empeorar en su salud mental (p. ej., agotamiento, ansiedad, depresión).

  • Dejar de disfrutar o distanciarse del deporte y del movimiento.

  • Rendir mal en otras facetas de su vida (p. ej., pasar menos tiempo con sus amistades, tener un mal desempeño en la escuela).

CUANDO LAS ATLETAS ESCUCHAN A SU CUERPO, PUEDEN:

  • Estar atentas o prevenir enfermedades o lesiones.

  • Concentrarse en el deporte, en lugar de en atender enfermedades o lesiones.

  • Disfrutar de ellas mismas.

  • Ser modelos a seguir para otras personas del equipo.

  • Tener un mejor bienestar físico y mental.

Las atletas no deberían ser castigadas por escuchar lo que su cuerpo necesita, como ser juzgadas por la persona a cargo del entrenamiento y por sus compañeras, o perder su puesto en el equipo.

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