Lee las afirmaciones a continuación. ¿Puedes detectar algún problema en ellas?
"Tu cuerpo es un instrumento, no un adorno".
"No me importa qué talla seas, siempre y cuando seas feliz y estés sana."
"No intento perder peso, simplemente intento estar sana."
"No es malo tener sobrepeso, siempre y cuando no necesites ayuda para moverte o una motoneta motorizada".
"Aunque tengo sobrepeso, mi salud es perfecta."
"Es importante hacer ejercicio y comer una dieta balanceada para sentirse bien."
"Aprecio mis piernas porque me permiten correr rápido."
Cuando centramos la narración de la funcionalidad corporal en la salud (física) y en el rendimiento, podemos excluir las personas con afecciones y discapacidades mentales o físicas. Al mismo tiempo, no debemos asumir que una persona con una discapacidad o una deficiencia no puede estar sana o ser feliz o que no puede tener el mismo rendimiento que una atleta sin discapacidad.
Por el contrario, cuando nos concentramos en los objetivos y en las necesidades de cada persona y aceptamos nuestros cuerpos por el simple hecho de tenerlos, no por cómo lucen o por lo que pueden hacer (físicamente), también es posible apreciar lo que los cuerpos hacen de forma diferente.
La funcionalidad corporal no es estática; sin embargo, incluye una gama de funciones corporales diferentes que pueden cambiar debido al envejecimiento normal, a una enfermedad, a una discapacidad, a un dolor o a una lesión.
En la siguiente sección, aprenderás lo que significa entrenar desde un enfoque corporal incluyente, que tome en consideración, aprecie y respete TODOS los cuerpos.
Recuerda: la funcionalidad corporal no se refiere solo al buen rendimiento en el deporte. También se refiere a lo que sienten las atletas y a lo que pueden llegar a hacer fuera del deporte. Es importante no apreciar a las atletas tan solo por su rendimiento, sino como a seres humanos completos, con intereses, objetivos y pensamientos que van más allá del deporte.